En el marco de La séptima Feria del Libro y Expresiones Culturales, denominada “Wilson León Bazán”, llevada a cabo en la Ciudad de Tarapoto, se efectuó la presentación de la segunda edición del libro de Poemas del escritor Ricardo Enrique Flores Peñaherrera “Reunión Celeste”. Abogado de profesión, egresó de la Universidad Federico Villarreal, y obtuvo el bachillerato con la tesis: “Solución Pacífica a los Conflictos “, propuesta que constantemente marca su carácter y su oficio; hace ya 32 años de su graduación, acontecimiento en el que estuve presente, como en tantos otros desde el inicio de nuestra amistad, aquel día particularmente, la ruleta del destino se le mostraba ineludiblemente predispuesta a una opción. Luego sin proponérnoslo, desde la Colmena, nuestras pisadas nos dirigieron hacia Jesús María, barrio del cual éramos vecinos, larga caminata sazonada con el dialogo reflexivo y el feed back de una etapa juvenil que iba llegando a su fin; me manifestó su decisión de retornar a la ciudad que contempló su niñez y juventud, su entrañable Lamas, a volcar sus conocimientos y asumir un legado paternal, y es así como nuestro nombrado, “Ángel de la Paz y del Amor, Hermano Caballero de la Real Orden del Reino de las Galaxias”, durante la contemplación del espacio etéreo; inició un trabajo silencioso, componiendo y corrigiendo cada “Poema Celeste”.
La mayoría de ellos versan sobre temas filosóficos universales y de carácter eminentemente social, incluyen algunos poemas escogidos de amor; en un estilo en el que confluyen lo inmanente y lo terrenal, de exactitud gramatical y conceptual, fusionados en la concepción y traducción de imágenes nuevas que describen y buscan descifrar problemas antiguos y conflictos humanos, recreados con un verso rico y fortificante, como de denuncia elegante, acida e irónica; y la propuesta de una solución justa: “ yo pretendo consumir mis energías repartiendo mis ideas, mis conceptos, multiplicando mis versos, mis poemas, defendiendo la justicia”
Me atrevo a sostener que Ricardo Flores con esta novedosa edición, plantea una nueva forma de hacer poesía dentro de la producción literaria Amazónica y nacional, propuesta de elevado contenido altruista. Y como el mismo subraya :“Auspicié con serenidad mi entrada al reino de la poesía, y nada me ha puesto a pie firme aquí en la tierra, sino un anhelo superior que me lleva a querer conocer primero y a comunicar después, un poco de la inmensidad de dicho reino”. O cuando muestra la supremacía de la incertidumbre… “Temo que mi orquídea se marchite, como se marchitan mis sueños. ¡Mi orquídea!…Desdicha que me rompe el alma, sentimiento que mata la vida mía. ¡Mis sueños!…ya que sin soñar vivir no puedo, dadme un poco de agua para mi orquídea. Dadme un poco de pan para mis sueños. A cambio: Yo os brindaré mi orquídea hecha jardín, mis sueños hechos realidad!
Ricardo, como peregrino terrenal fue redactor principal de las revista “Cancionísima “, “Vea TV”, y “Teleguía “, en las que trabajamos juntos en nuestra juventud; antes de querer convertirse en un hombre serio, formal, sumergido en los vericuetos de los avatares jurídicos.
Su columna “Los Fantásticos Sueños de Kike Dick“, lo catapulto a ser considerado por el diario “El Correo” como uno de los nuevos valores del humorismo nacional, resaltando su especial “humorismo filosófico”; fue periodista de espectáculos, obtuvo igualmente una mención honrosa de la Municipalidad de Jesús María, por su monografía sobre el referido Distrito de Lima, y otras distinciones. Colaboró en la fundación de la Universidad Nacional de San Martín, Asesor del Bosque de Protección Alto Mayo, y de los Programas de Titulación en Agricultura, fundador del Colegio de Abogados de San Martín, Notario Público y Director del Instituto Nacional de Cultura de Lamas. Constante lector de filosofía jurídica, libros religiosos, y de temas sobre OVNIS, por lo que viajó un par de veces a New York y Montreal. El Profesor Lizardo del Castillo Zulueta, dice del Libro: “Son sencillos pero profundos poemas, de fondo y forma muy interpretativa, de un sentimiento profundo hacia sus seres queridos, y a la humanidad. Busca la paz y el amor hacia un mundo mejor, tiene mucha fe en Dios, y anhela el bienestar de todos sin excepción”.
Y aquí una de sus razones de peso por la que nos invita a leerlo: “Se es feliz cuando se reconoce que vale la pena vivir, cuando se comprende que la vida es un espectáculo imperdible, cuando se es actor de nuestra propia historia, cuando se realizan nuestros sueños, cuando se canta, cuando se escucha buena música, cuando se agradece a Dios cada mañana, cuando se sirve a los demás, cuando se mima a nuestros padres, cuando se tiene momentos poéticos con nuestros amigos, cuando se enamora, cuando se ama. Por tanto, para tener algo más que agregar a mis momentos felices, deseo que sea feliz cuando me lea.
Al apreciado “compañero”, como suelo llamar a Ricardo, mi agradecimiento por la deferencia de hacerme participe en su sueño celeste, hace ya algunas décadas; y a Uds. los invito a deleitarse con este viaje cósmico en la nave del Libro Celeste, como el mismo subraya: “prefiero el celeste, señor… ¡es un bello color!… ¡es amor! es música, belleza, felicidad…
Pedro Miqueas Chauca Ortiz